
y a Ti ofrezco mi vida.
Yo espero en tu misericordia sin límites y en Tu amor,
capaz de satisfacer cada deseo mío.
Tómame de la mano, solo Tú puedes conducirme en mi camino
y ayudarme a superar cada dificultad.
Hazme atento a Tu presencia, dócil a Tu Palabra
y disponible a Tu proyecto de vida.
Hazme capaz de orar, escuchar y responder.
Alimenta mi esperanza con la certeza de que cada esfuerzo,
cada fatiga vivida con amor a Ti y
a mis hermanos no será inútil.
Haz que sea signo de tu caridad hacia todos.
Que te sepa reconocer en cada instante,
en lo cotidiano, en los ojos de mis hermanos.
Para hacer el bien y con amor.
Haz que Te sirva con alegría,
para hacer conocer a todos Tu amor,
Tu bondad, que me has donado,
particularmente en el corazón de Jesucristo, Tu Hijo.
Amen.